Hay dos características muy destacables en la escritura de Bill Bryson: su capacidad de síntesis y su estilo divulgativo. Su obra más conocida, Una breve historia de casi todo, es un recorrido por los hitos más relevantes del conocimiento científico, y ha vendido miles de ejemplares en todo el mundo. En esta ocasión, el objetivo del autor es explicar el funcionamiento del cuerpo humano, por lo que se entiende que sean necesarias 430 páginas (y otras 70 más de citas y referencias) para hablar de órganos, hormonas, huesos, músculos, enfermedades y todo el conjunto de microorganismos que viven dentro de nosotros.
Como siempre, Bryson se basa en muchos datos y anécdotas, empleando el fino humor británico que le caracteriza para construir un relato sólido y ordenado, aunque hay que reconocer que el libro no alcanza la maestría de Una breve historia de casi todo, entre otras cosas porque le falta magia en las analogías que propone. A pesar de ello, el libro puede ser atractivo para adolescentes o universitarios interesados en carreras biosanitarias, así como para el público adulto interesado en estos temas.
Al explicar lo que sabemos del cerebro y el conocimiento humano, Bryson reconoce las limitaciones de la ciencia médica, pero se le puede reprochar que ni siquiera plantee el debate sobre si es razonable la existencia de un componente inmaterial en el hombre. También es llamativo que apenas dedique unas pocas líneas a los cuidados paliativos, más cuando emplea gran parte del ensayo a describir todo tipo de enfermedades y se refiere específicamente al problema del dolor. Por último, cabe mencionar la fe que transmite el libro en el curso ciego de la evolución biológica de la especie humana.