Este libro trata de hombres y de conciencias; de inquietudes, de proyectos y de empresas intelectuales. De un grupo de profesores universitarios que quisieron, a mediados del siglo XIX, situarse espiritualmente, y recuperar el fervor cristiano que inspiraba el anglicanismo. Lo que es decir también, el fervor cristiano que siempre inspiró –claro está, en alguna medida– la vieja Universidad. La historia del Movimiento de Oxford es, por supuesto, la historia de la conversión de John Henry Newman, quizá el mayor humanista inglés del siglo pasado, y el itinerario de otras figuras que no alcanzaron tanto renombre, pero que merecen atención, como John Keble y Richard Froude.
El mismo autor, Christopher Dawson, brillante historiador y ensayista, recibió su influencia, aunque escriba cincuenta años más tarde. Es grato ver ahora en castellano este libro, que era una de sus obras preferidas. Hay mucho que aprender también de Dawson, autor de ensayos como Los orígenes de Europa o La dinámica de la historia universal. En este libro, pulcramente traducido por José Morales, se muestra su buen hacer, su amenidad y su capacidad de síntesis. En resumen, una obra con aliento.