Ollero & Ramos. Madrid (1996). 188 págs. 1.500 ptas.
La Vega, la Llanura y el Pantano son las tres referencias geográficas en las que el autor condensa el alma de las tierras leonesas en las que nació en 1942.
Aunque la obra lleva el subtítulo de relato, no es propiamente una novela sino una recreación literaria en la que el Páramo se eleva a territorio de mito y fantasía, a través de un conjunto de estampas locales evocadoras. Lugares, personas y paisajes reciben un tratamiento a veces narrativo, a veces descriptivo, pero siempre lírico, que matiza colores y perfiles con la luz indirecta del recuerdo lejano.
No hay en sus páginas una primordial intención costumbrista, ni el deseo de reflejar con realismo un entorno social definido. Al contrario, estos elementos, sin dejar de estar presentes, cobran dimensiones simbólicas y perspectivas casi oníricas que transforman su primitiva sencillez cotidiana. Los personajes principales están muy bien tratados, las descripciones tienen fuerza expresiva, sobria pero intensa, y el estilo es elegante y cuidado, deliberadamente ajeno a giros locales y al léxico rural.
Entre el humor, el ensueño, la nostalgia y a veces también la amargura, El espíritu del páramo, dentro de su reducida extensión, encierra mucha belleza y fuerte aliento creador.
Pilar de Cecilia