Este libro completa, a mi juicio, una original trilogía, con otros dos del mismo autor. Retorno a la infancia es un precioso ensayo sobre la niñez, en que las consideraciones antropológicas y los datos tomados de la observación vital se entreveran con reflexiones literarias de grandes autores. De Homero a Kafka vuelve a combinar la antropología (materia de la que el autor ha sido docente durante más de veinte años) con el saber literario. El eterno femenino mezcla, de nuevo, lo literario y lo antropológico, para presentar un fascinante fresco de cincuenta mujeres literarias “que no han sido reales, pero a las que tratamos con más familiaridad y profundidad que muchas que sí lo son”, como dice acertadamente el autor.
Es una obra escrita con pluma ligera, que no hace alarde de erudición, sino que busca sencillamente la esencia de lo narrado, de la personalidad y los rasgos psicológicos que caracterizan a estas mujeres, resumidos en el epíteto que las acompaña: por ejemplo, para Ana Karenina, es “la desesperación”; para Andrómaca, “la fidelidad”; para Beatriz, “el amor perdurable”; Dido aparece como “la abandonada”; Helena, “la belleza”, etcétera.
El autor hace un fascinante recorrido por la historia de la literatura occidental: desde los griegos hasta la contemporaneidad, con importante presencia de clásicos y románticos, la obra es un compendio de cultura (y, junto a los textos literarios, destacan las interpretaciones teatrales y operísticas de estos personajes, maravillosamente glosadas).
Es importante señalar, por todo ello, que se presupone que se acercará a esta obra un lector culto: en muchas ocasiones, se desvela el desenlace de las obras (contiene spoilers, como se dice ahora), aunque no hace falta haber leído todas las obras comentadas para disfrutar el libro, que actúa, además, como excelente prescriptor: salimos de la lectura con el deseo de familiarizarnos con libros que no hemos abierto aún y de releer otros que ya conocíamos.
No son cincuenta las obras literarias citadas, sino muchas más, porque en algunos capítulos se glosan todas las versiones del mito, o muchas de ellas, y las reinterpretaciones posteriores de historias clásicas, así como sus adaptaciones… Es una inmensa riqueza la que aquí puede apreciarse, y de la lectura de los breves capítulos va destilándose una mirada de aprecio y admiración hacia el misterio del genio femenino, y una asombrada constatación de la pluralidad de posibilidades que la relación entre los dos sexos ha ido grabando en la historia literaria.