Autor de novelas y ensayos, uno de los temas favoritos de Alberto Ruy Sánchez (Ciudad de México, 1951) es la conflictiva relación entre los creadores y los representantes del poder totalitario. Su reciente novela se centra en la vida de Anna Ajmátova, famosa escritora rusa (1889-1966) y una de las cimas de la poesía soviética del siglo XX.
La novela tiene como narradora a Vera Tamara Beridze, agente de la policía secreta, que recibe el encargo personal de Stalin de espiar e investigar la vida de la escritora. Stalin ya había encargado a otros agentes esos cometidos, pero no está satisfecho con los resultados. Quiere saber más, mucho más. De hecho, el encargo que recibe Vera tiene su origen en la obsesión de Stalin por la escritora. Vera se pregunta: “¿Qué hizo esta mujer para despertar un odio tan apasionado?”.
En el expediente que escribe pueden encontrarse algunas respuestas a por qué Stalin, amante de la literatura y poeta aficionado, se obsesionó con Ajmátova, a la que no permitió publicar nada durante décadas y a la que respetó la vida (lo que no hizo con otros escritores).
La novela está concebida como un documental y como un collage. Cada página contiene un pasaje dedicado a la agitada vida de la escritora, desde su nacimiento en Odesa en 1889. Se cuentan sus estudios, su inclinación a la poesía y se describe la intensa relación que mantuvo con un personaje singular. el poeta, historiador y viajante Nikolái Gumiliov, con quien contrajo matrimonio en 1910, tuvo un hijo, se separó y posteriormente se divorció. La novela concluye en 1921 y el autor anuncia en su parte final una continuación que abarcará los duros años que Ajmátova tuvo que vivir durante el estalinismo. El libro de Ruy recrea muy bien sus primeros pasos como poeta.
Aunque la técnica elegida por el autor para contar la vida de Ajmátova resulta confusa y poco conseguida (el personaje de Vera, que acabaría en el gulag, resulta poco creíble), no condiciona el resultado final: una intimista aproximación al alma de una poeta difícil de encasillar, desbordante en su vida personal y como escritora, que tuvo que enfrentarse a las arbitrariedades de Stalin y del régimen comunista y que, a pesar de todo, consiguió destilar todas estas experiencias, sentimentales y trágicas, en una poesía auténtica y de gran calidad.