Emecé. Barcelona (1997). 506 págs. 3.200 ptas. Traducción: María José Gassó.
El Faro de Alejandría es una novela de aventuras que se sitúa entre los años 371 y 378. Caris, su protagonista, una joven patricia de 17 años, es prometida en matrimonio, en contra de su voluntad, al gobernador romano de Éfeso. Aterrada al comprobar la miseria moral de su futuro marido, Caris decide escapar y se refugia en Alejandría. Allí decide estudiar la medicina hipocrática, ilusión que a Caris, por su condición de mujer, no le será fácil cumplir. No le queda otro remedio que hacerse pasar por eunuco, de nombre Caritón, para ejercer libremente la medicina.
Obligada a servir a las legiones romanas, se une a las tropas que luchan en el este de Europa para cortar el avance de las tribus godas que presionan sobre el Imperio. Para entonces, la fama de Caris-Caritón como médico ha traspasado las fronteras y los godos consiguen capturarle para poder contar con sus servicios. Pero su ajetreada vida sufre pronto otro cambio. Caris se enamora de un bárbaro romanizado, correo y agente secreto al servicio del Imperio. Después de superar numerosas contrariedades, Caris vuelve a su papel de dama y está a punto de contraer matrimonio en el año 378, en la misma fecha de la batalla de Andrinópolis, la primera gran derrota de Roma frente a los godos.
Más que los detalles propios de la reconstrucción histórica, la autora -estadounidense, licenciada en lenguas clásicas y especialista en la historia de Roma- ha procurado reflejar en su novela los esfuerzos de una mujer por abrirse paso en un mundo diseñado para los hombres. El precio que la joven tuvo que pagar en peligros, incomprensiones e incomodidades fue alto; pero Caris, enamorada de su profesión médica, piensa que mereció la pena.
Pese a ciertas interpretaciones históricas discutibles, la obra muestra un notable dominio técnico y una excelente calidad narrativa. Con todo este material, Gillian Bradshaw ha conseguido un relato verosímil y convincente, que se adapta por su planteamiento y desenlace a la mentalidad actual.
Pilar de Cecilia