Rialp. Madrid (2003). 222 págs. 11,5 €.
El secularismo cultural hace que a veces los mismos cristianos no tengan una idea clara de lo que supone seguir a Cristo. Cuando se acusa a las religiones de ser causa de división y enfrentamiento entre los hombres, se corre el riesgo de querer presentar la fe cristiana como un humanismo en el que se silencia o difumina lo estrictamente sobrenatural, lo diferencial. Parece que así lo pueden entender mejor los que están cerrados a lo sobrenatural y se evita la acusación de integrismo o de espiritualismo: somos y actuamos como los demás, pero tenemos nuestro modelo y motivación en Jesús de Nazaret.
Juan Luis Lorda, autor de obras como Para ser cristiano y Moral, el arte de vivir, que han conocido varias reediciones, presenta en este libro un atractivo panorama del ser cristiano, con la claridad que le caracteriza, un estilo ágil, y un lenguaje brillante, a la vez expositivo y con capacidad de interpelar personalmente. Consigue expresar con facilidad y amenidad la doctrina cristiana, sin trivializarla y sin atarse a modos de expresión ajenos a la cultura actual.
Se pregunta el autor para qué sirve ser cristiano, qué aporta a la persona (y a través de ella a la sociedad), cómo actúa. La respuesta es neta: «a través de tres grandes bienes: la luz de la Palabra, el impulso de la caridad y la celebración del misterio Pascual»; las tres virtudes infundidas por Dios con la gracia.
Si el planteamiento de Lorda es nítidamente sobrenatural, no es menos claro el interés que muestra por lo antropológico y cultural. Se ponen de relieve las grandes aportaciones del cristianismo relativas a la idea de Dios, la dignidad de la persona, la primacía de la caridad y la actuación transformadora del mundo con la mirada puesta en el cielo. Por eso, el título del libro manifiesta no sólo la eficacia histórica del cristianismo, sino también la tarea que debe realizar la presente generación para que el mensaje del evangelio siga vivo, para que el fermento de Cristo transforme a cada persona y a toda la sociedad.
Eulalio Fiestas