Más conocido en Estados Unidos que en Europa, Daniel Silva (Michigan, 1960) reivindica en sus obras los temas clásicos de la novela de intriga. En español ha publicado, con excelente acogida, La chica inglesa, perteneciente a la serie protagonizada por el superagente Gabriel Allon, de la que también forma parte El golpe.
Allon es un personaje único. Restaurador cotizado y experto en arte, es a la vez uno de los más prometedores espías israelíes; de hecho, tiene muchas posibilidades de convertirse en el jefe de los servicios de inteligencia. Está casado y espera un niño, lo que le ayuda a superar la pérdida de su primera mujer y su hijo.
En Venecia, donde vive, se dedica a la restauración. Cuando se encuentra trabajando en un célebre retablo veneciano, Allon es reclamado por un general italiano dedicado a delitos relacionados con el mundo del arte. Le encarga que investigue la muerte de un rico inglés en Suiza, en la que se ha visto implicado circunstancialmente uno de sus amigos, Julian Isherwood.
El general le propone que le ayude a recuperar una célebre Natividad de Caravaggio, desaparecida hace muchos años, para que su amigo Isherwood quede libre de toda relación con el asesinato. Pero Allon, tirando de los hilos, descubre intereses que van más allá del mundo del arte, y que detrás de todo se encuentra un conocidísimo dictador árabe y su familia, así como grandes sumas de dinero.
La acción se mueve por diferentes escenarios en los que aparecen personajes de la inteligencia suiza y la inglesa, mafiosos y criminales a sueldo, con los que Allon contacta para que le ayuden a resolver el caso.
Daniel Silva proporciona mucha intriga, unos personajes bien dibujados y una visión positiva y profesional de los servicios de inteligencia israelíes. Tampoco faltan los ingredientes que humanizan la narración.