Península. Barcelona (2002). 869 págs. 24,04 €.
José Enrique Ruiz-Domènec (Granada, 1948) es catedrático de Historia Medieval en la Universidad Autónoma de Barcelona y autor de una amplia obra que comprende estudios literarios, biográficos e historiográficos. En sus investigaciones defiende el acercamiento de las distintas áreas de conocimiento, abogando por la Historia como «disciplina mestiza», cercana al territorio de la novela. Para el autor, los hechos históricos son importantes, pero la interpretación de estos hechos y una buena exposición narrativa también.
Partiendo de estas premisas, Ruiz-Domènec aborda el estudio de un personaje indispensable para la historia de España y de Europa en el tránsito de la Edad Media a la Modernidad. El volumen se articula en tres partes: las dos primeras dan cumplida cuenta de las actividades de Gonzalo Fernández de Córdoba, desde su nacimiento (1453) en el seno de una familia de hidalgos andaluces hasta su muerte en 1515, en Granada, alejado de la corte.
Los episodios más relevantes de la vida y hazañas de Gonzalo Fernández de Córdoba son de sobra conocidos: su intervención en la caída de Granada, la expedición contra los moriscos de las Alpujarras, sus gloriosas campañas en Italia que ganaron para la Corona los reinos de Nápoles y Sicilia Sin obviar estas y otras gestas militares, el autor se detiene especialmente en períodos menos conocidos y estudiados como, por ejemplo, la etapa de formación del joven Gonzalo, educado en los principios del humanismo caballeresco en la corte de Isabel de Castilla. Sus maestros, lecturas y amigos de esta época junto con las experiencias que, más tarde, adquirió en el campo de batalla y en negociaciones diplomáticas al más alto nivel, harán de él un perfecto humanista del Renacimiento.
Son de enorme interés las páginas dedicadas al papel de Gonzalo en las negociaciones para la rendición del reino nazarita de Granada y su amistad con Boabdil el Chico. En este juego político, Gonzalo se erige en valedor del Rey Chico, en busca de una solución negociada frente a la solución militar exigida por Isabel la Católica. Llegamos así a una de las ideas que se repiten a lo largo del libro: el autor contrapone en numerosas ocasiones la figura de Gonzalo con la de los Reyes Católicos. Aquel representaría la tolerancia; Isabel y Fernando, la intransigencia.
Naturalmente, esta afirmación tiene mucho de interpretación por parte del autor, sin bien no es posible silenciar hechos como la resistencia de Gonzalo para proceder a la expulsión de los judíos del reino de Nápoles o los recelos que la fama del Gran Capitán despiertan en Fernando el Católico. Lo cierto es que los Reyes Católicos y en particular Fernando, encomiendan a Gonzalo importantes misiones militares y comprometidas negociaciones diplomáticas para, una vez cumplidos los objetivos, apartar a Gonzalo del escenario de sus éxitos.
Muerto el hombre, nació el mito. La tercera parte del libro está dedicada a la elaboración del mito del Gran Capitán desde su muerte hasta mediados del siglo XX: durante más de cinco siglos su figura fue objeto de agudas y profundas reflexiones de importantes escritores italianos, españoles y franceses.
Para recrear la vida del Gran Capitán y la época de la que fue testigo y principal protagonista, el autor utiliza un gran número de fuentes: documentos de archivos españoles y extranjeros, correspondencia de los principales prohombres de la escena internacional del momento, crónicas, biografías, producción historiográfica española y extranjera Se mueve con comodidad ante semejante cúmulo de informaciones, a veces contradictorias, y ofrece su particular visión del análisis de todas ellas.
El libro es un auténtico ensayo histórico que dibuja el itinerario de Gonzalo Fernández de Córdoba, desde sus orígenes de noble segundón provinciano a personaje clave de la política española e internacional de su época, reclamado por las potencias europeas para misiones militares y diplomáticas. No es extraño que el profesor Ruiz-Domènec sea en la actualidad, uno de los medievalistas españoles más reconocidos por la creatividad de sus valoraciones y lo novedoso de sus estudios.
Margarita Sánchez