Cuando el héroe mitológico Teseo mata al Minotauro dentro del laberinto, consigue escapar gracias al ovillo de hilo que le ha entregado Ariadna. También Platón habla de otros hilos para definir los diferentes impulsos que mueven al ser humano como si fuera una marioneta, muchos duros e inflexibles, pero uno de ellos de oro, que siempre conviene seguir.
A todos esos valiosos hilos alude el título de esta obra de David Hernández de la Fuente, catedrático de Griego en la Universidad Complutense de Madrid. Según él, vivimos en una sociedad en profunda crisis económica, sanitaria, de valores, con una cantidad ingente de sobreinformación, y la única manera de salir de este laberinto, al igual que Teseo, es siguiendo el hilo de oro que ofrecen los grandes clásicos grecolatinos.
Sobre Grecia y Roma, precisamente, se están publicando muchos títulos en los últimos años, algunos de ellos con gran éxito editorial como El infinito en un junco, de Irene Vallejo. Esta obra de Hernández de la Fuente pretende concretar la vigencia del mundo clásico en nuestra sociedad, al mostrar su valor como refugio y guía para el momento presente.
El libro analiza el panorama político internacional a la luz de los clásicos. El autor es consciente del peligro del anacronismo, pero a su juicio existen analogías. Por ejemplo, examina la relevancia de Tucídides para la política exterior del gobierno de Donald Trump en lo que atañe al conflicto con China, o la repercusión de la retórica clásica en la formación de Boris Johnson. Según Hernández de la Fuente, los modernos expertos en geopolítica tienen más en cuenta la historia y la filología clásica que nuestros responsables educativos.
Grecia y Roma han puesto las bases de las democracias actuales, pero también las raíces de los populismos, los totalitarismos, las dictaduras y los estados de excepción. En una katábasis –descenso– como Orfeo o Dante, Hernández de la Fuente se adentra también en el misterio del mal, de la violencia y del terrorismo. Analiza los problemas que genera una epidemia, que ya aparece en los primeros versos de la Ilíada y que saca a relucir lo mejor y lo peor de los seres humanos, y muestra cómo los confinamientos pueden ser una oportunidad para encontrar el silencio interior.
El hilo de oro es un ensayo valiente tanto por su temática como por la manera de abordarla, y está escrito con un estilo ameno. El lector se verá animado a inspirarse en los clásicos para afrontar los mismos problemas que ellos ya vivieron, ya sea para imitar sus soluciones o, a la luz de estas, aportar otras nuevas.