Siruela. Madrid (1994). 439 págs. 2.950 ptas.
Tras el éxito de Narradores de la noche (ver servicio 91/91), este escritor sirio, afincado en Alemania, publica una curiosa novela. Al pueblo del protagonista, Sadik, llega un circo indio. Tras asistir a varias representaciones y conocer a la trapecista -de la que rápidamente se enamora-, ésta le presenta al director, que le contrata para encandilar a los espectadores que acuden a las funciones con sus fascinantes historias en forma de cuentos o fábulas. Y así trascurren más de 400 páginas, sin más hilo conductor que sus salidas a pista y las aventuras que le ocurren cada día antes de contar sus historias.
De esta manera, Rafik Schami consigue un libro atrayente en el que recupera la veta de esas narraciones breves muy del gusto oriental. Con los episodios que inventa, Sadik da a conocer la vida del pueblo, aunque no sin cierta nostalgia y pena por un pasado sin los progresos tecnológicos. En algunas de esas anécdotas se puede sacar alguna moraleja, aunque parece que no es la intención del autor, tampoco en ciertas críticas simplistas al cristianismo. Schami sólo pretende narrar historias sugerentes.
Daniel Díaz