Plaza & Janés. Barcelona (1993). 535 págs. 2.650 ptas.
La última novela de John Le Carré muestra un cambio de escenario de los servicios de espionaje, de acuerdo con la nueva situación mundial. Terminada la guerra fría, una de las agencias británicas de espionaje trata de infiltrar a un hombre en las filas de un empresario británico que se dispone a vender a los cárteles americanos, a cambio de droga, armas muy peligrosas que ya no encuentran salida al haberse derrumbado la URSS.
Más de la mitad de la novela se dedica a exponer el proceso de preparación del protagonista para su peligrosa aventura. La última parte, más ágil, está cuidadosamente planeada y bien descrita, mientras que los personajes resultan quizá demasiado esquemáticos.
La obra refleja claramente el profundo escepticismo del autor y su afán desmitificador de los servicios secretos, a base de mostrar sus rivalidades internas y la falta de escrúpulos de sus agentes. Los personajes manifiestan un talante cruel y amoral, que se manifiesta en su lenguaje y en algunas escenas eróticas, aunque todo ello quede enmarcado en las coordenadas propias del género al que la novela pertenece.
Carlos Goñi