Gonzalo Giner (Madrid 1962), veterinario, publicó su primer libro en 2005, La cuarta alianza. Después vinieron El secreto de la logia (2007) y El sanador de caballos (2008), que cosecharon un importante éxito editorial, sobre todo la última. Ahora publica El jinete del silencio, que, como las anteriores, puede entrar dentro del género de la novela histórica, aunque sería más apropiado decir que se trata de una gran novela de aventuras que tiene como contexto histórico la España Imperial de Carlos V en el siglo XVI.
Toda la historia gira en torno a Yago, un niño nacido de un rico terrateniente jerezano y de una criada. Es un niño que nace “dos veces”, ya que al ser despreciado en los primeros momentos de su vida es recuperado milagrosamente por un caballo. Pero Yago vivirá con una variante autista que le hace singular y objeto de desprecios, aparte de la mala fortuna que le persigue.
El descubrimiento de los caballos desde niño le lleva a una nueva existencia que le hace mostrar el genio que lleva dentro. Gonzalo Giner explica en una entrevista su intención al escribir esta novela: «Después de El sanador de caballos me interesaba saber cómo podía ser al revés; es decir, cómo un animal podía ser generoso sin saberlo con una persona que tenía una determinada limitación»; y asegura que desde el principio quería dar forma a «un personaje complejo capaz de identificar cosas sensibles que a otros les parece imposible».
El sobrio fondo histórico sirve para desarrollar una historia verosímil, bien construida, con personajes nítidos, en la que la maldad está bien dibujada y la bondad ensalzada y personificada en el protagonista y su grupo de amigos.
Si la aventura está servida, la defensa de valores como la justicia, la honradez, la lealtad, el respeto a las singularidades y el amor aparecen en el texto de modo natural, con sencillez, de puntillas, pero dejando un poso eficaz. En este sentido se aleja mucho de la mayor parte de las novelas históricas actuales, muy pobres a la hora de construir personajes y de transmitir algo que no sea la pura acción o los pseudovalores que en estos momentos están en boga.