Publicada originalmente en catalán en 2005, El misterio de Quintopino está escrita por dos profesores de Secundaria con experiencia en la literatura infantil y juvenil. Su argumento, muy original, se ambienta en un pueblo inventado de los Pirineos catalanes, a donde se traslada Sergi, un funcionario despistado que se equivoca al pedir destino tras aprobar unas oposiciones. En Quintopino, un pueblo perdido con apenas cuatro casas, Sergi debe hacerse cargo de las instalaciones de una antena en desuso. Además, se topa con el desdén y la desconfianza de los habitantes del pueblo, que no quieren que permanezca mucho tiempo allí.
Sin embargo, Sergi, una persona despistada, bondadosa, un tanto simple, comienza poco a poco a encariñarse con el pueblo. A ello contribuye bastante Teresa, la dueña de la casa donde se ha alojado, experta cocinera y muy buena persona. Sergi aprecia la vida del pueblo, la sencillez, la tranquilidad… Incluso comienza a aficionarse a la lectura –en la novela hay una inteligente alabanza de los libros– y a escribir. Desde Quintopino escribe unas largas cartas medio poéticas a su novia Nuria, que se ha quedado en Barcelona preparando unas oposiciones. Lo cierto es que Sergi ha mentido tanto a sus familiares como a la propia Nuria, pues no les ha contado la verdad sobre cómo fue su traslado a Quintopinto, inventándose una misteriosa historia de secretos profesionales.
Pero en Quintopinto sí hay un misterio real que Sergi, con la ayuda de Teresa y también de Nuria, tendrá que resolver. Y ese misterio es el que explica la desconfianza de los lugareños con cualquier persona que no sea del pueblo.
La intriga y el misterio añaden interés a una novela bien llevada, entretenida, repleta de valores humanos, con un excelente personaje, Sergi que asimila muy pronto las ventajas de la vida en el campo, sin la habitual prepotencia de las personas de ciudad.