Acento. Madrid (1997). 460 págs. 3.500 ptas. Edición original: Simon & Schuster. Londres (1991).
Mientras que Vivaldi componía y dirigía personalmente sus obras -la música clásica barroca es ejecutada por orquestas relativamente pequeñas y no necesitan alguien que se dedique exclusivamente a la dirección-, a partir de Beethoven la complejidad de las sinfonías románticas impuso la presencia de un director de orquesta.
Esto es lo que explica, con estilo ameno y abundantes anécdotas, el crítico inglés Norman Lebrecht en El mito del maestro. Lebrecht, productor de programas de televisión y columnista del Daily Telegraph, pasa revista a los principales directores de orquesta del siglo XIX y XX, desde Hans Bülow, el primer director en el sentido moderno del término, hasta los míticos Toscanini, Furtwängler y Bruno Walter. Naturalmente, habla largo y tendido de los contemporáneos: Karajan, Bernstein, Maazel, Abbado, Muti, y polemiza con dureza contra la dictadura de los maestros y de las casas discográficas. Un libro que interesará a los melómanos, incluidos los simples aficionados, y a quienes siguen con atención los principales debates culturales de hoy.
Miguel Castellví