Tras la celebración de ARCO 08 y la inauguración de la ampliación del Museo del Prado, resulta interesante conocer la reflexión de dieciséis artistas y especialistas en arte sobre el vínculo entre los grandes maestros y el arte de vanguardia, a través de los ensayos recogidos en este libro.
La modernidad del arte de vanguardia lo es de forma relativa para Calvo Serraller, puesto que remite de una forma renovada a su “memoria artística”. Juan Antonio Ramírez muestra cómo los temas y trasuntos de El Bosco reaparecen en obras de Dalí y Otto Dix entre otros, revelando obsesiones propias de la modernidad. En piezas de artistas como Zuloaga, Ramón Gaya, Antoni Tàpies, Antonio Saura y el Equipo Crónica, resultan incorporados aspectos de El Greco “más contemporáneo”.
Nigel Glendinning señala cómo la técnica de Velázquez influye en las pinceladas sueltas de Goya, así como en Manet y en artistas muy variados que adaptaron a sus fines los recursos del pintor. Manuela B. Mena Marqués reflexiona sobre el espacio de Las Meninas: el espacio ambiguo que creó Velázquez de acción interrumpida, el que vemos en La Familia de Carlos IV de Goya, o el de Manet en Un bar del Folies-Bergère. Y el homenaje al pintor en las variaciones sobre la obra de Velázquez realizadas por Picasso.
Dedican a Goya sus ensayos Norman Rosenthal, Siri Hustvedt y Victor I. Stoichita. Rosenthal señala el punto de inflexión entre los Caprichos de Goya y las manipulaciones que sobre ellos realizan los hermanos Chapman para lograr sus propósitos. Siri Hustvedt se pregunta por qué hoy, a pesar de que las imágenes de violencia nos rodean, nos siguen estremeciendo los grabados goyescos de cuerpos mutilados y monstruos de la razón. Stoichita aborda la relación entre la imagen fija y la imagen en movimiento en el ensayo “Goya y el cine”.
Arikha, profundizando en las incógnitas de lo moderno y vanguardista, manifiesta la confusión entre arte y no arte. Jesús Gutiérrez Burón revela cómo la presencia de Picasso en las exposiciones nacionales fue crucial para su técnica y su trayectoria personal.
Las variaciones de obras del Greco, Velázquez y Goya realizadas por Dalí, se aprecian en sus pinturas y películas. Que los artistas conversan entre sí resulta evidente para Dore Ashton: Ashile Gorky con Willem de Kooning, los Disparates de Goya en Guston y Motherwell. Las tergiversaciones de Inocencio X realizadas por Francis Bacon muestran, en realidad, que es una obra definitiva. El encuentro de Bill Viola con el Museo del Prado planteó cómo la vanguardia era a su vez tradición.
Se constata así, que durante la historia del hombre en diferentes culturas se repite habitualmente “la tradición de romper con la tradición”.