Marion Muller-Colard es una teóloga protestante que ha escrito numerosos estudios y libros de literatura juvenil. En este breve ensayo construye progresivamente una reflexión en torno a tres nociones. La primera es la Queja; no el hecho de quejarse, no las múltiples quejas que salpican nuestras conversaciones, sino la Queja, la Queja con mayúscula (como la escribe ella). La Queja, en definitiva, ante la constatación de que el mundo no es justo, pues el sufrimiento recae también sobre los inocentes. Se trata de una Queja que parece minar una de nuestras convicciones más firmes: que Dios existe y es bueno; más aún, que el bien existe y es el principio ordenador de la realidad.
Lo que hace la Queja es dar plausibilidad a la Amenaza. También co…
Contenido para suscriptores
Suscríbete a Aceprensa o inicia sesión para continuar leyendo el artículo.
Léelo accediendo durante 15 días gratis a Aceprensa.