Ediciones B. Barcelona (1994). 524 págs. 2.825 ptas.
El gerente de una prestigiosa editorial aparece muerto en un pequeño despacho de la fastuosa mansión londinense en la que aquélla tiene su sede. Las extrañas circunstancias en que se encuentra el cadáver obligan al comandante Adam Dalgliesh a sospechar que el asesino es alguien que trabaja o mantiene una estrecha relación con la empresa.
En esta ocasión, la autora deja casi en segundo plano a su famoso detective y se concentra en la descripción del clima de recelos, sospechas y ruindades que existe entre los directivos de la editorial. La caracterización psicológica de cada uno de ellos es vigorosa, convincente y nada superficial. El estilo está muy cuidado, y el desarrollo de la trama -quizá algo prolijo- asegura un incremento constante de la tensión y el interés. El fondo, de tono amargo y escéptico, refleja una mentalidad naturalista y desengañada respecto al hombre y a su capacidad de amar.
Dolores Lanzas