Antonio Muñoz Molina ha recibido en varias ocasiones el Premio Nacional de Literatura por sus novelas, entre las que destacan El invierno en Lisboa y El jinete polaco. El Robinson urbano, conjunto de artículos periodísticos escritos en 1982 y 1983, pertenece a su prehistoria como novelista. Aquí está el germen del futuro.
Muñoz Molina: culturalismo, tendencia esteticista, marcada voluntad de estilo y un buscado decadentismo literario. Todos los artículos tienen a Granada como protagonista. Sin embargo, se huye de los localismos cerrados y se prefiere dar a Granada una entidad mítica, literaria y universal. El autor rastrea la ciudad, sus paisajes, su cultura urbana y sus gentes, encontrando en sus rincones ecos y referencias literarias: «Robinson espía: mil ojos abiertos quisiera tener para percibir de un solo golpe todas las cosas que la ciudad le ofrece. En materia urbana, el buen Robinson tiene gustos omnívoros».
Lo que más sobresale en estos artículos es su cuidadoso lenguaje, aunque tanta ensayada pulcritud estilística -fruto de una buena retórica- puede ser un envoltorio que acabe cansando al lector, sobre todo si detrás sólo hay poses culturales prefabricadas.