La teoría mimética de René Girard cuenta con un desarrollo de más de cincuenta años y no ha dejado de ganar una creciente atención de público, tanto académico como general. Su bibliografía traducida al español se engrosa ahora con un texto especialmente relevante que recoge un breve ciclo de conferencias impartidas en 2003 en la Biblioteca Nacional de Francia.
Girard comienza revisando el contexto epistemológico actual: afirma que la tradición de investigación antropológica había detectado bien la importancia cultural del sacrificio, pero no había conseguido dar una solución convincente al enigma que planteaba; y al mismo tiempo acusa a los estudios culturales relativistas de disolver el enigma, pues el verdadero problema para estos sería la epistemología “etnocéntrica” que habría construido tal objeto de investigación. Girard, que al buscar un conocimiento universal rechaza precisamente el etnocentrismo, pone a prueba su teoría en un nuevo contexto cultural: la tradición sacrificial de la India védica, recogida en los Bráhmanas.
Los resultados reafirmarán la sustantividad del enigma, y refutarán las acusaciones del relativismo, ya que muestran en una tradición asiática no solo la existencia del mecanismo de violencia mimética que el mito encubre, sino también –y es lo más interesante– un proceder histórico análogo al mostrado en el cristianismo, por el que igualmente aquí se evoluciona hacia cierto desvelamiento del mecanismo violento y su repudio.
Girard presenta un análisis del sacrificio en la tradición védica, a continuación expone sus mitos fundacionales y por último compara los modos de desvelar la esencia del sacrificio en la religión bíblica y en la védica, mostrando las llamativas semejanzas, y las naturales diferencias. La singularidad de los Evangelios con respecto a los relatos míticos en general estriba en que los segundos expresan indirectamente el mecanismo de la violencia mimética, mientras que los primeros lo revelan con total claridad. Girard hace aquí un sucinto resumen de los elementos reveladores presentes en los Evangelios, subrayando su peculiar significado.
En la aclaradora introducción de Ángel J. Barahona se hace hincapié en la evolución del pensamiento girardiano, desde una inicial negación de la esencia sacrificial de la muerte de Cristo —si se entendía a la luz de la lógica del mito— a una nueva comprensión de ese sacrificio especial, donde al entregarse Dios mismo, el sacrificio queda radicalmente transformado en un acto redentor de los hombres.