Emecé. Barcelona (1995). 174 págs. 1.600 ptas.
Primera novela traducida al castellano de este joven autor de Sri Lanka, finalista del Premio Booker 1994, y encuadrado dentro de la literatura de mestizaje que escritores no europeos practican en el Viejo Continente.
El autor narra en primera persona la vida de Tritón, un joven cingalés al servicio del señor Ranjan Salgado, biólogo inglés que vive una plácida existencia en la isla asiática. Los acontecimientos políticos del traumático proceso de descolonización del país les obligan a plantearse un cambio en sus vidas. A través de Tritón, y con toda la afabilidad de quien está agradecido con la vida y con su señor, se desvelan las tensiones sociales y políticas del Ceilán colonial. También se narra el amor de Salgado por la fascinante señorita Nili. A la vez, el libro retrata la vida de la burguesía colonial, condimentada con las costumbres del trópico asiático.
Tritón, cuyo nombre no es casual ya que la novela está plagada de pinceladas marítimas, es fundamentalmente un hombre agradecido y vital, que ha aprendido de su señor que «no es lo que haces cada día, sino los pensamientos que albergas lo que importa». Esa es la suma total de su vida. Tritón hace poesía con su trabajo doméstico. Y tan sencillamente plena es su voz como su conducta y su silencio, porque se enriquece en la vida con la misma maestría que demuestra al preparar sus apreciadas comidas.
Aunque no es una obra muy original ni tenga un argumento redondo, la novela deja el buen sabor de lo lírico y auténtico.
Ángel García Prieto