Los atentados islamistas que han enlutado a Francia en tiempos recientes tienen su raíz, en buena medida, en la insuficiente atención que los sucesivos gobiernos han prestado al fenómeno musulmán en el país galo, un 8% de cuyos habitantes profesan la religión de Mahoma.
Así lo percibe el investigador Gilles Kepel en su volumen El terror entre nosotros, en el que efectúa un análisis de la evolución de la población de credo musulmán –primeramente procedente de las antiguas colonias; después, nacida ya en suelo francés–, de sus reivindicaciones y frustraciones, y de cómo la indiferencia oficial la ha afectado al punto de posibilitar, en algunas ocasiones, que los moderados sean desplazados por los fundamentalistas.
Kepel evalúa las posturas as…
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