Unión Editorial. Madrid (1995). 117 págs.
Para Juan Pablo II el trabajo del hombre es un asunto fundamental en sus alocuciones, y es el sustrato de todos sus escritos en materia de doctrina social. Los autores analizan su pensamiento desde sus trabajos para el Concilio Vaticano II hasta su culmen con la encíclica Laborem Exercens. Esta predilección nace del texto de la Gaudium et spes del Vaticano II donde Juan Pablo II ve la perfección del hombre: «En realidad, el misterio del hombre sólo se esclarece en el misterio de Verbo encarnado. (…) Cristo, el nuevo Adán, en la misma revelación del misterio del Padre y de su amor, manifiesta plenamente el hombre al propio hombre y le descubre la sublimidad de su vocación». A partir de esta visión de lo que es el hombre, Juan Pablo II analiza la realización de la persona y la mejora de la sociedad a través de su vocación al trabajo.
Daniel Díaz