Este profesor (1941) de literatura hispanoamericana en Princeton University es también escritor. Este el primer libro que leo, de reciente factura (12 de enero de 2005) e inmediata publicación. Se trata de pequeños ensayos críticos, de los que el mismo Piglia dice: «Mi propia vida de lector está presente y por eso este libro es, acaso, el más personal y el más íntimo de todos los que he escrito».
Se trata de un comentario profesoral y erudito a muy distintas obras y a variadas idiosincrasias de diferentes autores. Será ameno y entretenido para lectores muy interesados en la alta literatura. Al referirme a esta amenidad de lectura, a esta ligereza, se dice implícitamente que no hay ideas. No en los autores tratados, sino en el tratamiento. La anécdota graciosa, el sucedido curioso, la observación aguda parecen ser las constantes, junto a consideraciones críticas, inteligentes, sobre la estructura de un libro o el estilo de otro o el porqué de una temática en un determinado autor. Nunca la profundidad. No hay intelectualidad, pensamiento, sino que sólo hay erudición y listeza, amenidad y entretenidas agudezas de profesor de Literatura.