Rialp. Madrid (2003). 284 págs. 10,50 €.
Desde un enfoque opuesto [a Grandes maestros espirituales, de Ramiro A. Calle], José Morales acierta a captar y exponer la mentalidad generalizada en nuestros días sobre la igualdad de todas las religiones y de su eficacia salvífica, a pesar de que «afirmar que todas son verdaderas equivale a declarar que todas son falsas» (Comisión Teológica Internacional, El cristianismo y las religiones…, n. 13). Compara el cristianismo con las religiones no cristianas, sobre todo con el hebraísmo, el islam, el budismo, el confucianismo y la religión civil vigente todavía en su modalidad de nacionalismo y de religión civil norteamericana. En su confrontación acierta a destacar las diferencias tanto de principios o contenido como de formas o presentación, sin caer en la comparación fragmentaria.
En dos capítulos traza la singularidad del cristianismo por su concepto de la naturaleza y del mundo, por la acción divina en la historia, por la relación entre fe y razón, por la acción secularizadora (desdivinización del cosmos y de sus cosas, a diferencia de tantas otras religiones) sin precipitarse en el secularismo agnóstico, por el monoteísmo trinitario frente al simple monoteísmo hebreo y coránico. Se nota la ausencia de un capítulo dedicado a la principal singularidad del cristianismo, a saber, Jesucristo, Dios verdadero y hombre perfecto, aunque no falten alusiones esporádicas.
El conocimiento de esta obra es conveniente y hasta necesario para tantos cristianos que, en su vida diaria, sienten el impacto de los tópicos no contrastados del relativismo.
Manuel Guerra Gómez