Anagrama. Barcelona (1999). 242 págs. 1.950 ptas.
«Q uiero que te vayas de mi vida, lo he meditado mucho, quiero que me dejes sola, lo necesito». El día después de celebrar sus bodas de oro, la mujer de Federico Mayol toma la irrevocable decisión de echarle de casa. En el declinar de su existencia, el jubilado Mayol se ve forzado a iniciar una nueva vida. Ni su matrimonio fracasado, ni sus hijos ya mayores, ni su próspero negocio de seguros, ni su orgulloso catalanismo le sirven ya de puntos de anclaje a una vida a la que ya no encuentra sentido. Tampoco le sirve de asidero su inconsistente y superficial catolicismo. Para olvidarse de todo y buscar nuevas experiencias, Mayol, «un hombre fuera de lugar», inicia un viaje vertical que le lleva a abandonar su Barcelona querida y trasladarse primero a Oporto, después a Lisboa y por último a la isla de Madeira, donde emprende un nuevo viaje hacia lo desconocido.
Al igual que en otras novelas de Vila-Matas (Lejos de Veracruz, cfr. servicio 118/95; Extraña forma de vida, cfr. servicio 50/97), el argumento se sostiene en una anécdota mínima pero suficiente, en la que el autor va engarzando con un impecable sentido del ritmo anécdotas y reflexiones, originales y entretenidas, sobre el sentido de la vida y las cicatrices que ocasiona el paso del tiempo… Vila-Matas juega con el destino de un hombre desorientado, que inicia una inmersión radical en la melancolía; y lo entrelaza con la construcción de la novela, en la que el propio Federico Mayol es consciente de ser el protagonista de la narración que otro personaje está escribiendo a propósito de su fracaso.
El resultado es una novela imaginativa en su estructura y desarrollo, muy bien escrita, con muchas situaciones hilarantes en las que Vila-Matas analiza con ironía algunos tics de la sociedad contemporánea.
Adolfo Torrecilla