La crisis económica ha obligado a Esteban a cerrar su pequeño negocio de carpintería y ha dado al traste con sus negocios inmobiliarios. Al final de su vida se encuentra cuidando a un padre con el que tiene una relación complicada, añorando a la única mujer que quiso y que se casó con otro, separado interiormente de unos amigos de juergas y negocios a los que ya solo une la mesa de dominó, y arruinado tras una vida trabajando en algo que nunca le llenó realmente. El pantano de Olba, lugar donde han ido a parar durante años los residuos de las obras de la zona y la carroña de hombres y animales, hace de trasfondo físico y metafórico a esta sombría historia de frustración.
Olba opera como microcosmos representativo de toda la sociedad, a la q…
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