Oliver Sacks murió en agosto del año pasado, seis meses después de anunciar en un sentido artículo en The New York Times que padecía metástasis y a los cuatro de publicar En movimiento, su autobiografía. Alcanzó notoriedad con El hombre que confundió a su mujer con un sombrero (1985), donde narraba la vida de pacientes a los que trataba en su consulta de neurología, y sobre todo a raíz de la película Despertares, basada en un libro suyo que recrea su trabajo con enfermos aquejados de encefalitis letárgica. Otras de sus obras más famosas han sido Alucinaciones, Un antropólogo en Marte o El tío Tungsteno, también biográfica.
Sacks fue neurólogo, pero no pasará a la historia por sus aportaciones en este campo, sino por su facilidad para narrar…
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