La primera novela de Ilaria Tuti (Italia, 1976) se enmarca en un género que mezcla la novela policiaca, el thriller, la ambientación gótica y sucesos escabrosos que tienen conexión con el pasado. Al igual que La sustancia del mal, de Luca D’Andrea, transcurre en los Alpes italianos, escenario que tiene un peso destacado en el desarrollo de la novela. Otro ingrediente fundamental son los personajes.
Hay que destacar a la comisaria Teresa Battaglia, una mujer madura, arisca, complicada pero muy profesional, que tiene una singular y personalísima manera de acercarse a los crímenes que investiga, siempre buscando la empatía con el asesino. La comisaria atraviesa un difícil momento en su vida, y el trabajo, al que se entrega de manera obsesiva, …
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