De forma breve y clara Carlos Marmelada pretende llevar al lector al núcleo de los temas más candentes en el debate actual entre ciencia, razón y fe: el origen del universo, de la vida y del ser humano.
Comienza con las teorías cosmológicas surgidas a lo largo de la Historia, para más tarde centrarse en la propuesta por el famoso físico Stephen Hawking: la teoría del todo, con la que pretende explicar cómo y por qué existe el universo. Según Hawking, el universo estaría autocontenido sin que nada externo a él pudiera afectarle. De esta misma idea de universo autocreado participan también las teorías actuales de supercuerdas y multiversos. Por lo que concluyen que si Dios existiera no jugaría papel alguno respecto al universo. Sin embargo, todos estos teóricos no son conscientes de que la ciencia no está preparada para dar respuesta a las cuestiones últimas.
La segunda parte trata sobre la teoría de la evolución, haciendo un repaso de los restos fósiles encontrados de los distintos homínidos, dando a entender que nos queda mucho por conocer para llegar a conclusiones certeras. Esto no significa que la teoría de Charles Darwin no esté aceptada científicamente y, menos aún, que sea incompatible con la fe en un Dios creador. Quienes niegan esta teoría –creacionistas y partidarios del diseño inteligente–, pretenden hacerlo desde un punto de vista científico, cuando adoptan a lo sumo una postura filosófica. Resulta interesante el itinerario espiritual de Darwin, que pasa de la creencia en Dios, al ateísmo, para llegar finalmente a una postura agnóstica.
En la última parte, el autor plantea la sinergia existente entre ciencia, filosofía y teología, por la que puede llegar el diálogo constructivo para elaborar una visión de la realidad lo más verdadera posible.