Javier Novo, profesor titular de Genética en la Universidad de Navarra, escribe un libro divulgativo y pedagógico con abundancia de datos científicos. Nos plantea cómo el descubrimiento del funcionamiento de los genes está cambiando nuestro modo de vivir en diversos aspectos.
En un primer capítulo, dedicado al origen genético del hombre, el autor es nítido: “Quiero dejarlo claro desde el principio. Tú y yo no descendemos del chimpancé como piensa mucha gente”. Esta afirmación es avalada por una exposición de las investigaciones actuales sobre evolución. También destaca ciertos hallazgos genéticos que nos hacen ver la diferencia entre los neandertales y los Homo sapiens de los que provenimos. Según el autor, los hombres de hoy enlazamos con un núcleo original que vivió al sur de Etiopía hace 200.000 años.
El carácter polifacético de la genética nos lleva a un segundo capítulo en el que se nos da a entender el funcionamiento de las polémicas células madre -capaces de adaptaciones regenerativas-. Los descubrimientos del investigador Yamanaka en 2006 marcaron un hito: haber conseguido reprogramar células madre adultas a un estado anterior pluripotencial -con capacidad de diferenciarse en diversos tipos de tejidos-. De este modo, la destrucción de embriones humanos para obtener células embrionarias pluripotenciales dejaba de tener sentido clínico, además de su grave inconveniente ético. Pero la ciencia ha avanzado más desde 2006 y ya se está investigando en la reprogramación directa de células adultas, mediante genes, sin necesidad de pasar por una fase pluripotencial. También se estudia ahora la activación de células próximas para que sustituyan a sus vecinas enfermas.
En 2003 se descifró por primera vez el complicadísimo abecedario del genoma humano. Desde entonces este proceso se está haciendo cada vez más rápido y asequible. Por esto cabe pensar, según el autor, que la medicina personalizada basada en el genoma será una realidad dentro de pocos años. Se habla de aspectos prácticos como la influencia de la alimentación en la genética, y de cuestiones más fundamentales: nuestras diferencias respecto a otros seres vivos no dependen tanto del número de genes como de su funcionalidad. Otro apartado de la obra nos relata la esforzada batalla que libra nuestro organismo frente a agentes patógenos del medio ambiente. Se explican investigaciones en vacunas contra el cáncer potenciando al máximo nuestro sistema inmunológico.
Dos capítulos tratan sobre la relación entre la genética neuronal y la libertad. Existe un cierto prediseño de nuestro cerebro para realizar tareas propiamente humanas. Una serie de experimentos establecen notorias relaciones entre el comportamiento neuronal y la capacidad de decisión. El autor afirma claramente que la libertad trasciende la genética. Sin embargo, tal vez sería deseable una reflexión de antropología filosófica más profunda acerca de por qué la libertad personal no se resuelve en partículas elementales.
Al hablar de la esperanza de vida, el autor destaca la influencia de ciertos factores genéticos sobre la longevidad, pero también nos anima a “comer menos para vivir más”. Un último capítulo nos muestra los avances de las investigaciones microtecnológicas aplicadas a la mejora de la salud y del medio ambiente.