Tras el paréntesis de Los vencejos, vuelve Fernando Aramburu (San Sebastián, 1959) a ambientar su última novela en el País Vasco, como ya hizo en Los peces de la amargura y, de manera muy especial, en Patria, novela que ha vendido más de un millón de ejemplares y que se ha convertido en un éxito también internacional. Si en estas dos novelas Aramburu escribió sobre la presencia de ETA en la sociedad vasca de una manera trágica, en Hijos de la fábula ha optado por el esperpento.
Dos jóvenes de apenas veinte años, Asier y Joseba, toman la decisión de militar en ETA. Seis meses después, los jefes deciden trasladarlos a territorio francés, a una casa en Albi, localidad cercana a Toulouse, donde deberán permanecer ocultos a la espera de su cursi…
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