Encuentro. Madrid (1995). 95 págs. 1.000 ptas.
Gertrud von Le Fort (1876-1971) escribió estos poemas poco antes de su conversión del protestantismo al catolicismo en 1925. Había estudiado teología en la Universidad de Heidelberg. Con los Himnos, que son una confesión de fe en la Iglesia católica, inició su producción literaria. Se trata de poemas apasionados, agradecidos, un canto escrito como conversación entre el alma que se acerca a la Iglesia y la Iglesia que va a recibirla, en los que la duda y el temor van dejando paso a la clarividencia y el júbilo.
Antes del diálogo alma-Iglesia, que ocupa las dos partes centrales del libro, la autora explica el sentido de ese diálogo, y en un prólogo, ya en verso, manifiesta la inquietud y el deseo de su alma.
En estos himnos, que ayudarán especialmente a personas con formación teológica y hábitos de vida interior, Gertrud von Le Fort descubre con bellísimo estilo la profundidad del misterio de la Iglesia, de la presencia divina, de la acción de la gracia, más allá de las deficiencias de quienes forman parte del Cuerpo Místico de Cristo y oscurecen a veces su santidad y su belleza. Por eso mismo, tienen especial relevancia los poemas en que se expresa el contraste entre las fuerzas de la gracia y las fuerzas del mal. De escalofriante actualidad es, por ejemplo, la «Letanía a la Reina de la Paz».
La presente edición sigue la excelente traducción de Valentín García de Yebra, publicada en 1949 en la colección Adonais de la editorial Rialp. Se añade una breve nota del traductor y una interesante introducción de Olegario González de Cardedal, que sitúa los Himnos a la Iglesia en el contexto en que fueron escritos y muestra su valor en la actualidad.
Luis Ramoneda