EUNSA. Pamplona (2001). 524 págs. 5.200 ptas.
¿Cómo sintetizar en un solo libro el multiforme despliegue del conocimiento científico? Lo esencial de esta Historia básica de la ciencia radica en subrayar el denominador común entre todas las culturas: la inquietud por la búsqueda de respuestas ante la observación de la realidad. Como no se puede tratar la historia de todas las ciencias en todas las épocas, Alonso elige en cada momento aquellas disciplinas que sufren un cambio teórico y metodológico más marcado y que presentan más elementos de interés para el historiador de la ciencia. Tal es el caso del siglo XVIII, con el desarrollo de la química, la medicina y la biología. Fenómenos contemplados desde distintas atalayas culturales y, por tanto, explicados por diversos caminos, permiten deducir que tanto la observación como la elaboración de teorías explicativas son comunes a todas las culturas.
Sin embargo, ¿por qué no se desarrolla la ciencia en la cultura china? Carlos Javier Alonso lo explica. Todo indica que carecer de la idea de un dios legislador, tanto en lo humano como en el mundo inanimado, obstaculiza vislumbrar las leyes armónicas que rigen la naturaleza. La estructura social china también influye en la visión práctica del mundo: de ahí sus grandes inventos. El autor destaca además, el papel desempeñado por la cultura árabe en los siglos que comprende la Edad Media como compiladora y transmisora del mundo clásico, así como su influencia en la medicina. Este periodo aportó notables contribuciones originales al desarrollo de la ciencia natural y recuperó para el método científico la idea griega de «explicación». Es importante subrayar cómo el autor profundiza en el llamado «conflicto entre ciencia y fe».
Lo más destacable es la huida de los tópicos y el hondo trabajo basado en una amplia documentación bibliográfica. Desempolva el autor a personajes que han permanecido poco estudiados, eclipsados, tal vez, por los más conocidos. Destaca además la selección y explicación tan acertada que hace de las disciplinas en la ciencia contemporánea. Ocupa un primer plano la genética molecular. Lo mismo ocurre con una nueva disciplina, la bioética, o con la psicología y antropología social.
En definitiva, este libro permite comprender y documentarse sobre la base científica que es uno de los pilares de la civilización actual.
María José Fatsini