Editorial Síntesis. Madrid (2004). 304 págs. 21 €.
Hay pocos libros que traten de la historia de la física, y menos en español. Agustín Udías, catedrático de Física en la Universidad Complutense, es un sacerdote jesuita y un científico de gran prestigio. Su texto está basado en un curso que ha impartido durante años. Próximo a su jubilación, Udías nos ofrece aquí la obra madura de un estudioso que ha dedicado su vida a la ciencia y al humanismo. En su libro adopta un enfoque evolucionista de la historia de la física, lejos de esos relatos superficiales donde la ciencia parece haber surgido de la nada por obra de unos pocos genios. En su lectura de la historia, procura prestar atención a personajes que han puesto ladrillos menos vistosos -pero igualmente necesarios- del gran edificio de la ciencia. También intenta describir el contexto histórico y social en el que se movieron los protagonistas.
Más importante aún, Udías presenta la historia de la física como una línea argumental dentro de la historia de las ideas. No deja de discutir casi ninguna cuestión filosófica o religiosa que haya podido tener alguna influencia en el desarrollo de la física. Para Udías, la ciencia es ante todo la reflexión racional sobre la naturaleza, basada en la observación y en la sistematización del conocimiento, diferenciándose de la filosofía en su acento empírico y cuantitativo. «Muchas de las preguntas que se hace hoy la física son las mismas que se hicieron los primeros filósofos de la naturaleza».
Un mensaje claro del libro es que la filosofía precede a la ciencia. La investigación de la naturaleza requiere que ésta sea desmitificada previamente. A ello contribuyen la tradición judeocristiana, que distingue entre Creador y creación, dotando de autonomía a esta última, y el pensamiento griego, que relega la reflexión sobre el origen de las cosas (mitología) para analizar su constitución y funcionamiento. La escuela pitagórica y Platón favorecen una visión de las matemáticas como fundamento de la realidad. Por el contrario, el enfoque cualitativo y poco empírico propugnado por Aristóteles ralentiza el desarrollo de la física. Ya en la Edad Media, los filósofos cristianos cuestionan el paralizante prestigio de Aristóteles. La creencia en un Dios creador favorece la búsqueda de orden en el universo, pero siendo éste contingente, hay que observarlo para conocerlo. Udías continúa dedicando atención a la dimensión filosófica de la física en su relato sobre los siglos posteriores, hasta llegar al problema de la interpretación de la mecánica cuántica.
El primer tercio del libro abarca desde la cultura egipcia hasta la Edad Media en Europa. El segundo tercio trata de la gestación de la ciencia moderna: desde el Renacimiento hasta el siglo XIX. El desarrollo de la astronomía, la mecánica, la óptica, el electromagnetismo y la termodinámica durante los siglos XVII a XIX son relatados de forma amena y profunda. Finalmente, el último tercio del libro está dedicado a la física del siglo XX, incluyendo la teoría de la relatividad, la mecánica cuántica, la estructura de la materia, la teoría del caos y la cosmología moderna.
Este libro presenta una visión integradora en la que diferentes concepciones filosóficas y diferentes maneras de entender el método científico se complementan para levantar el imponente monumento de la física actual. Como historia de la física, el libro de Udías es excelente. Como estudio sobre el devenir de la ciencia en el contexto de la historia de las ideas, se trata de una obra extraordinaria.
Fernando Sols