Al poco de iniciar su carrera literaria, a comienzos de la década de los sesenta, Sławomir Mrożek tuvo que abandonar la Polonia comunista por la férrea censura y la ausencia de libertad. En el extranjero, especialmente en México, donde vivió muchos años, continuó escribiendo las obras de teatro y los libros de relatos –La vida difícil, El árbol, Juego de azar…- que le han dado fama mundial. Hace pocos años que ha vuelto a vivir en Polonia.
En Acantilado, donde se han publicado en castellano sus obras, aparece ahora una obra que escribió en 1962, una absurda y entretenida historia protagonizada por Godot, un mono muy inteligente, primo de El Yeti, que se considera el eslabón perdido con el hombre. Obligado por su dueño, el grotesco y peligroso Mefisto Kovalsky, a realizar todo tipo de robos, consigue escaparse en una pequeña localidad polaca gracias a la ayuda de tres jóvenes, el Gordo, el Feo y el Mediano. Con los tres, disfrazado de muchacha cracoviana o poeta bohemio, recorrerá buena parte de Polonia con rumbo a su Sumatra natal, donde espera recuperar el tiempo perdido. La novela cuenta este surrealista peregrinaje, donde les sucederán todo tipo de aventuras, siempre huyendo del escurridizo Kovalsy.
La novela, sin grandes pretensiones, es una caricatura de las novelas de aventuras juveniles. El irónico retrato que hace de determinados tics de la sociedad comunista le sirve para, sin cargar las tintas, criticar la Polonia de aquellos años.