Planeta. Barcelona (1995). 230 págs. 2.100 ptas.
Felipe Benítez (Cádiz, 1960) ha conseguido con su novela Humo el premio Ateneo de Sevilla. Humo es un ejercicio estilístico en el que el autor da buena muestra de su desbordante dominio del lenguaje, con unos juegos verbales y musicales de calidad, lo que le permite captar de manera literaria -sobre todo, esperpéntica- la realidad. Pero estos aciertos estilísticos no son suficientes para sostener un argumento inverosímil y forzado en extremo.
Felipe Benítez cuenta la vacía historia de Lucas Lerma, un joven bastante inútil que se traslada a una capital andaluza para trabajar en un colegio y convertir en realidad sus sueños; pero Lucas fracasa estrepitosamente y tiene que regresar a su pueblo. El abúlico Lucas se ve atrapado por una galería de personajes extravagantes y excéntricos (drogadictos, homosexuales, prostitutas, hipnotizadores, ladrones, borrachos, etc.) que devorarán sus inocentes ilusiones.
Ese submundo con el que Lucas entra en contacto está lleno de rebuscados efectos literarios. Al final, Humo es una novela tan inconsistente como un etéreo fuego de artificio.
Adolfo Torrecilla