Explicar la historia es algo tan complejo como intentar explicarse a uno mismo. Hay miles de formas y todas ellas incompletas. Juan Pablo Fusi, conocido historiador español, discípulo de Raymond Carr y experto en historia contemporánea, cree, como Carlyle, que la historia es “la esencia de innumerables biografías”, y destaca con este libro la función didáctica de estas.
Así, en Ideas y poder presenta la vida, sin más nexo de unión que el paso del tiempo, de treinta personalidades del siglo XX, entre las que se encuentran políticos, intelectuales y activistas. Aparecen figuras determinantes, para bien o para mal, de la historia, como Churchill, Stalin, Roosevelt, Hitler o Gandhi, aunque sorprende que solo haya incluido a tres mujeres (Emmeline Pankhurst, Simone de Beauvoir y Hannah Arendt).
Fusi expone en cada uno de los capítulos cómo eran esos seres humanos que han marcado la historia, así como lo que pensaron y por qué fueron tan decisivos. Se trata de personas que poseían una importante capacidad de liderazgo. Sin embargo, el planteamiento que adopta deja abiertas algunas preguntas. Por ejemplo, podríamos pensar en los que no aparecen: Reagan, Thatcher… ¿No tuvo Juan Pablo II un papel destacado en la caída del comunismo? Aunque ofrece un estudio completo de los personajes y de su contexto, en algunos casos podría pensarse que se ha dejado guiar por lo políticamente correcto. Por otro lado, añade a veces textos de los biografiados que permiten comprender mejor sus aportaciones.
En cualquier caso, a lo largo de más de trescientas páginas van desfilando los diversos protagonistas y aparecen otros muchos; por ejemplo, se habla de Lenin y Trotski. O de Mussolini con Hitler, así como de Sartre al presentar a Camus. Las biografías son accesibles, están muy bien escritas y sintetizan las principales contribuciones de los protagonistas, en la mayoría de los casos conservando la equidistancia.
El libro, por otro lado, trata de poner de manifiesto el vínculo entre el ámbito de las ideas y el de la política, cuya influencia es recíproca. Aunque la experiencia de los intelectuales en política no suele ser exitosa, también su ascendiente sobre la sociedad puede provocar cambios institucionales. Además, no hay que olvidar que la política fija el marco en el que se desarrolla la cultura. Ideas y poder resulta, en definitiva, un libro atractivo, porque ofrece una aproximación al siglo XX de la mano de quienes marcaron su paso.