Debate. Madrid (1998). 583 págs. 3.900 ptas. Traducción: Flora Casas.
Naipaul, escritor nacido en Trinidad, de origen indio, es poco conocido del público español, aunque ha figurado en más de una ocasión entre los candidatos al Premio Nobel. Este libro, que acaba de ser traducido aprovechando el cincuentenario de la independencia de la India, fue escrito hace casi veinte años. Abordaba ya entonces la evolución de la India, a la que Naipaul se siente muy próximo, si bien es consciente de que ya no es su mundo.
Cada uno de los nueve largos capítulos pretende reflejar un aspecto de los cambios acaecidos en los últimos años, y a la vez ser el espejo de una ciudad: Bombay, Delhi, Madrás, Calcuta… La narración está construida en forma de entrevistas a personajes muy variados que el autor conoció en un viaje a la India en 1962 y que años más tarde volvió a ver.
Además de su vida y experiencia, Naipaul quiere sentir el pulso de los cambios en ese gigantesco país: ¿qué está ocurriendo?; ¿qué va a ocurrir? El lector descubre, más que un país, varios mundos: el norte y el sur, la tradición brahamánica y la antibrahamánica, el mundo musulmán y el hindú. El valor de la tradición frente a la modernidad. El mundo de la mujer que está cambiando, a veces traumáticamente. Y en cada página se siente claramente una gran capacidad de adaptación y la pregunta que se hace el autor: ¿se puede lograr esta revolución sin perder la identidad? Es habitual la referencia a Dios y a la religiosidad clásica del pueblo hindú.
Por estas páginas pasan sucesos, personajes y situaciones sorprendentes y desconocidos para la mayoría: el doctor Ambedkar, patrón de los sin casta; Periyar, un Gandhi negativo; Charu Mazundar, inspirador del movimiento Naxul, revolucionario de los campesinos; junto a otros más tradicionales, como Tagore. Algunas fechas olvidadas para nosotros siguen marcando un antes y un después: las matanzas hindomusulmanas de 1946, la guerra con China, el abandono de Lucknow…
Naipaul expone sus impresiones con una sensibilidad especial, difícil de seguir, siempre con gran belleza. El libro respira optimismo y confianza en las posibilidades de la India. Si bien en los años transcurridos desde la edición original han ocurrido otros cambios, sigue siendo un libro recomendable para todo aquel interesado por la India, y por la historia en general. La traducción es muy elegante.
Fernando Gil-Delgado