En este tercer libro sobre Iván de Aldénuri, el eje de la historia gira sobre la invasión de los morghusks a Aldénuri; esos seres inteligentes y sanguinarios con sus poderosos tuarooks, animales de gran fuerza, obligan a los supervivientes de Aldénuri a refugiarse en la fortaleza de Muihl-Atern. Iván, desplazado en el aire por el viento hacia el sur, llega hasta una población amiga llamada Thórman-Dun. Allí, para salvar la vida de Lérirenn, decide seguir el consejo de Gheós, quien siempre le ha asesorado bien, y se dirige hacia las montañas en busca de una planta medicinal que pueda curar a Lérienn. Comprobará como el encargo no es nada sencillo.
La acción se desarrolla en varios lugares; el autor alterna la narración de las dificultades de Iván en la montaña, lo que sucede en Muihl-Atern y los desplazamientos que personajes aislados realizan en el espacio entre los dos lugares. La calidad literaria es mayor que en los dos libros anteriores, el mapa del inicio y las listas de nombres de la parte final ayudan al lector a seguir el relato. Queda por ver si la misión del Bérehor, en este caso Iván de Aldénuri, consiste en ayudar a su pueblo a llevar una vida digna o si hay una misión, hasta ahora desconocida, que será desvelada en un próximo relato.