Las novelas de la escritora de origen ruso Irène Némirovsky (1903-1942) suelen tener un claro trasfondo autobiográfico, bien porque retrate la vida de personas muy cercanas o porque incluya pasajes y anécdotas que proceden de su agitada vida. Esta transcurrió primero en Rusia y después en Francia, donde vivió los trágicos inicios de la Segunda Guerra Mundial, como se puede comprobar en su novela más conocida, Suite francesa.
En David Golder aparece el mundo de los judíos adinerados, que vivían exclusivamente para los negocios descuidando la vida familiar; y en El baile y El vino de la soledad aparece una crítica despiadada a la vida de fiestas y de lujo que llevaba su madre, olvidada completamente de sus obligaciones familiares.
Jezabel com…
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