Espasa Calpe. Madrid (2001). 300 págs. 2.900 ptas.
Manuel Fernández Álvarez, miembro de la Real Academia de la Historia y profesor emérito de la Universidad de Salamanca, es conocido entre el gran público gracias a sus recientes biografías de Felipe II, Carlos V y Juana la Loca. No menor acierto e interés tiene el presente trabajo sobre Jovellanos (1744-1811).
Jovellanos, el patriota es, simultáneamente, una biografía de profundo calado humano y un riguroso trabajo histórico, si bien de carácter divulgativo. Hay que reconocer a Fernández Álvarez sus dotes para hacer próxima al lector de hoy la figura de un personaje de hace ya dos centurias. Y lo consigue adentrándose en su rico mundo interior, a la vez que nos muestra su decisiva participación en los acontecimientos históricos de la España de finales del XVIII y principios del XIX.
Fernández Álvarez ofrece un retrato de Jovellanos que muestra la grandeza de un hombre excepcional y el drama de un personaje ejemplar en su honradez. Jovellanos fue perseguido por las oscuras fuerzas de las intrigas palaciegas y de los enemigos en España de una Ilustración que, en la vecina Francia, se había convertido en sangrienta revolución antirreligiosa y enemiga de la monarquía. Al duro y arbitrario destierro que debió sufrir en Mallorca siguió la amargura de la invasión napoleónica, que en vida de Jovellanos parecía imparable. Fue elevado el precio que hubo de pagar por su generosa entrega a la patria el mejor hijo de la Ilustración española. Su sufrimiento fue lacerante y, desde la perspectiva de lo que él pudo ver realizado, podría casi afirmarse que su biografía es la de un egregio fracaso. En los albores del siglo XXI somos cada vez más conscientes de lo que la modernización y el desarrollo de España le deben, y Jovellanos, el patriota contribuye a su justo reconocimiento.
Francisco Santamaría