Taller de Mario Muchnik. Madrid (1999). 121 págs. 1.000 ptas.
Esta entrevista con George Steiner, difundida por Radio Francia hace dos años, es un duro balance de la responsabilidad moral de la cultura. En la misma atmósfera de sus recientes títulos -Presencias reales y Errata-, el pensador francés se pregunta por qué las humanidades, en el sentido más amplio de la palabra, no nos han dado protección alguna contra lo inhumano. La tesis es profusamente ilustrada: desde Heidegger a Sartre, la cultura -una cierta cultura- no ha realizado la redención anunciada por el Siglo de las Luces. Para Steiner es inexplicable la dramática fractura entre lo intelectual y lo moral. Y lo expresa con afirmaciones tan discutibles como inteligibles: «Mi instinto me dice que una ecuación no lineal, una fuga de Bach, un pasaje de Platón, de Descartes o de Kant, un cuadro de Giorgione jamás serán productos de masas». La lucha de Steiner tiene claros objetivos y buen armamento, pero se propone como una batalla perdida de antemano.
Si la herencia del siglo XX es una montaña de escombros -como parece concluirse de este diálogo cultural-, no basta con levantar otra montaña de certeras acusaciones. Entre otras cosas, porque cabe la posibilidad de que, a pesar de las críticas, haya quien se beneficie de la basura.
José Miguel Nieto