Inger Enkvist lleva años criticando lo que denomina “la nueva pedagogía” que desde los años sesenta ha transformado la educación occidental. En otros ensayos y artículos anteriores ha diseccionado el sustrato ideológico de estas teorías: un adanismo rousseauniano bastante ingenuo, el constructivismo como teoría “científica” del aprendizaje, y finalmente un vago perfume relativista y antinormativo derivado del “prohibido prohibir” del 68.
La buena y la mala educación lleva en el subtítulo –“Ejemplos internacionales”– una declaración de intenciones. Para el análisis de cada mala práctica de la “nueva pedagogía” escoge el ejemplo de un territorio donde se ha llevado a cabo. Dedica especial atención, como ejemplos ad contrarium, a los sistemas …
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