Novela histórica sobre la vida de María Teresa, hija de Luis XVI de Francia y María Antonieta. María Teresa fue el único miembro de la realeza que sobrevivió a la Revolución Francesa. Tras la Revolución, y después de una fuga fallida hasta Varennes, la familia real fue encarcelada en la Torre del Temple, donde primero ejecutaron a su padre, Luis XVI; luego a su madre, María Antonieta; y también allí murió a corta edad su hermano Luis Carlos, el delfín. Ella soportó estas duras condiciones de vida con mucho estoicismo y apoyándose en sus profundos sentimientos religiosos.
Tampoco tuvo una vida fácil cuando consiguió abandonar Francia. Primero vivió en Viena y después en Lituania. En 1799 contrajo matrimonio con su primo Luis Antonio, duque de Angulema. Y luego vivió muy de cerca la restauración de la monarquía y las posteriores crisis. Acabó sus días cerca de Viena. María Teresa tiene presente en todo momento el emocionado recuerdo de sus padres y la violencia que desató la Revolución.
Desde las primeras páginas, la novela tiene una excelente ambientación, que es especialmente meritoria en los detalles costumbristas y psicológicos, pues consigue retratar tanto la época que vivió la protagonista como el carácter y los pensamientos de María Teresa, testigo privilegiado de tantos hechos dramáticos que tuvieron lugar especialmente durante sus primeros años de vida.
Desde la perspectiva de María Teresa, que escribe una larga carta a su sobrino el conde de Cambord, pretendiente al trono de Francia, en la que cuenta los hechos más notables de su biografía, se describen todos estos sucesos con mucha precisión, siempre desde su mirada inocente y matizada por su pertenencia a la familia real. Con buen ritmo narrativo y una exquisita verosimilitud histórica, la autora ofrece además una imagen muy cotidiana y cercana de la vida familiar, del padre de María Teresa, el rey, y de su madre, María Antonieta, que contrasta con los tópicos que circulaban en esos años, especialmente sobre ella.
Gracias al estilo, el personaje histórico se convierte en un personaje humano. Nita Aspiazu ha reconstruido fielmente la época histórica y tantos momentos convulsos (se ha documentado de manera exhaustiva) y, además, ha sabido revivir los estilos de vida, la vestimenta, las costumbres, las maneras de expresarse, las diversas formas de canalizar los sentimientos. Se trata de una provechosa lectura sobre “la desconocida historia de la hija de María Antonieta”, como reza el subtítulo, que ayuda a ver la Revolución francesa desde otra perspectiva.