En 1928 se celebraron en Amsterdam las primeras Olimpiadas en las que se permitió participar a mujeres en las pruebas de atletismo. Sobre la base histórica de las componentes del equipo canadiense, conocidas como las Matchless Six,Carrie Snyder (Ontario, 1974) construye la vida de Agaetha Smart (Aggie), la protagonista y narradora de la novela.
Al comienzo de la narración, Aggie cuenta con 104 años y está ingresada en una residencia. Sufre cierta forma de demencia senil, sus seres queridos han muerto y, en su silla de ruedas, está muy lejos de ser aquella joven que volvió triunfante a Canadá después de ganar una medalla en los Juegos Olímpicos. Un día aparecen dos sobrinos lejanos que la sacan de la residencia con la excusa de llevarle a la casa donde nació. Su verdadero propósito no se revela hasta el final de la novela.
Este corto viaje se convierte, mediante una serie de flashbacks, en un recorrido por el arco temporal de su vida. Aggie rememora –desordenadamente, a causa de su enfermedad– su infancia en medio de sus hermanos y hermanastros, su primera juventud, la preparación para los Juegos, su primer y único amor, la fugacidad de la fama como modelo de lencería y de abrigos de pieles, y la vuelta a la vida ordinaria y corriente de una mujer trabajadora de su época. El crack del 29 lhace desaparecer la mayor parte de las asociaciones deportivas, empezando por las femeninas, y trunca su carrera deportiva.
Antes de ingresar en la residencia, Aggie vivía con una hermana que morirá en unas circunstancias penosas. Y es que la tragedia parece perseguir a los miembros de la familia Smart. Su madre esconde un secreto, invisible para los ojos de una niña pequeña: ayuda a las chicas que se quedan embarazadas a continuar adelante con la gestación o a abortar, según decidan. Para Aggie, “mi madre tiene una mentalidad pragmática. No juzga la situación de una persona en términos morales. Parece incapaz de hacerlo. Ella escucha y actúa”.
Aggie no solo ha sido una gran atleta. Ha hecho de correr una forma de vida. Ha corrido vitalmente siempre hacia adelante hasta llegar a la decrepitud corporal y mental en la que se encuentra, enredada en sus recuerdos, incapaz de expresarse con claridad sus ideas y sentimientos. Sin duda, esta introspección en la mente de una anciana con una vida apasionante es uno de los mayores logros de Snyder.
La autora, gran aficionada a correr y madre de cuatro hijos, se acerca, a través de la compleja figura de su personaje, al espíritu épico de las primeras atletas y trata de transmitir su determinación y mentalidad de pioneras. Sin embargo, nos queda un regusto amargo al ver cómo algunas de ellas, o de los que les rodean, afrontan los obstáculos que encuentran a lo largo del recorrido.