Planeta. Barcelona (1994). 240 págs. 2.200 ptas.
Con esta novela, ganadora del cada vez más polémico Premio Planeta, añade Cela una muesca más a su visión deprimente de la condición humana. Recurre, como ya hiciera en su anterior novela El asesinato del perdedor (ver servicio 67/94) al desfile de personajes marcados por aficiones sexuales patológicas. La trama argumental es tan mínima -el sacrificio colectivo de una secta religiosa- que no sostiene en ningún momento la narración ni justifica la incesante verborrea coral de unos personajes peleles que portan, como un fardo, las abusivas obsesiones de Cela.
Adolfo Torrecilla