Planeta. Barcelona (1995). 245 págs. 2.000 ptas.
Novela póstuma que se publica apenas dos meses después del fallecimiento del escritor y periodista catalán Néstor Luján. Creador polifacético -ha escrito libros de tauromaquia, gastronomía, viajes, etc.-, culto y dotado de un fino sentido del humor, alcanza su mayor popularidad con el género novelístico, tanto en castellano como en catalán, en el que se observa su inclinación por la novela histórica ambientada en el siglo XVII.
La cruz en la espada narra la investigación y especulaciones de Hugo von Stein, alemán al servicio de la corona inglesa, sobre las ocultas razones que llevaron al prestigioso e hiriente Quevedo a la prisión. Luján, a través de don Hugo, desecha la hipótesis del satírico memorial anónimo dirigido al rey Felipe IV y, contrastando opiniones con otros personajes, se inclina a pensar que fue su condición de espía internacional la que le llevó a la cárcel.
Las entrevistas de don Hugo, intercaladas con las aventuras de su hija disfrazada de hombre, sirven al autor para recrear el ambiente de la época con curiosos sucesos. Este es el medio, no sólo para presentar el perfil humano y literario de Quevedo, sino también para realizar reflexiones políticas y socioeconómicas sobre la época.
La novela, de estructura clásica y sin grandes pretensiones, no alcanza el nivel de obras anteriores del autor, como Los espejos paralelos. El inicio y desarrollo es lento, con exceso de descripciones físicas de los personajes, que poco o nada aportan a la intriga con sus diálogos pobres; sólo el último tercio del libro mejora en profundidad, con las reflexiones de don Hugo. Luján repite tópicos ya aparecidos en otras obras, como la referencia al cansado y libidinoso Enrique IV.
A pesar de los documentos que aporta y de las fidedignas referencias, al final del libro, lo que realmente queda es el humor y el análisis preciso que deja en algunas, pocas, magistrales frases.
Blanca Vallejo Esteban