Unión Editorial. Madrid (1999). 233 págs. 1.560 ptas.
Rafael Gómez Pérez, profesor de Antropología en la Universidad Complutense de Madrid y crítico de libros del diario económico Expansión, ha sabido en su ya dilatada obra tratar asuntos de la cultura actual con una coherente visión humanística. Ahora, en este nuevo ensayo presenta el estudio de la cultura empresarial como el camino más acertado para llevar a cabo una buena gestión, y, a la vez, para poder abordar con éxito aquellas cuestiones de fondo, más intrincadas, que afectan a la centralidad de la persona, al sentido del trabajo, a la justicia… Todo ello teniendo en cuenta las nuevas interconexiones de la cultura empresarial con el entorno en una época de creciente «globalización.».
Las páginas del libro se desarrollan ágilmente, sin caer en una empalagosa erudición, algo que es de agradecer en textos de este tipo; en todo momento se aprecia la intención pedagógica del autor, la sencillez de estilo y la claridad en la exposición.
El libro está dividido en cinco partes, orientadas siempre por una perspectiva humanística, ya sea con enfoque antropológico, ya sea con enfoque de filosofía social. En varios capítulos, Rafael Gómez Pérez cita y se apoya en los escritos y las encíclicas de los últimos Papas. No en vano el libro aparece en una colección de la Asociación para el Estudio de la Doctrina Social de la Iglesia (AEDOS).
Algunas de las reflexiones están presentadas de forma que animan a la acción y despiertan el espíritu de superación y mejora. Por otra parte, la búsqueda de valores positivos dentro de la realidad empresarial es la tónica dominante a lo largo del texto: el cultivo de la calidad y de la excelencia, el respeto hacia el medio ambiente, la actitud de servicio en cualquier empleado con independencia de la posición jerárquica que ocupe, la formación continuada de los trabajadores…También aboga por la comunicación interna, ingrediente de unidad, señalándola como el instrumento más importante para crear y difundir una idónea cultura empresarial.
Posiblemente sea la quinta y última parte del libro, que versa sobre los aspectos éticos, la más concluyente del ensayo. En ella, entre otras cosas, se nos recuerda la verdadera significación en el mundo de los negocios del término virtud, el cual ha sido en muchas ocasiones, y nunca mejor dicho, desvirtuado. En palabras del autor: «Actuar con virtud es no sólo hacer el bien, sino, al mismo tiempo, hacerlo bien, con eficacia, con eficiencia. Esto puede resultar más o menos difícil, pero es a lo que hay que tender».
Javier Acín