La Europa de nuestro tiempo

TÍTULO ORIGINALEurope in our time

GÉNERO

Javier Vergara Editor. Buenos Aires (1994). 557 págs. 3.030 ptas.

La Europa de nuestro tiempo es un libro que se lee con extraordinaria facilidad. Escrito con estilo directo, casi coloquial, podría parecer la charla de un muy preparado profesor con sus amigos. Sin erudiciones, sin alardes, pero ofreciendo un rico bagaje de acontecimientos históricos, más comentados que analizados.

Walter Laqueur no es un autor excesivamente conocido en España, a pesar de que se trata del jefe del Consejo de Investigaciones Internacionales del Centro de Estudios Estratégicos en la Universidad de Georgetown (Washington D.C.) y director del Instituto de Historia Contemporánea y de la Biblioteca Wiener en Londres. Tiene publicados más de 25 libros sobre materias histórico-políticas que parten de la Segunda Guerra Mundial o épocas posteriores.

El libro responde fielmente al subtítulo de la edición en español: «Desde el final de la Segunda Guerra Mundial hasta la década de los 90». Cuarenta y cinco años en los que el Viejo Continente ha vivido deprisa. La obra de Laqueur parece seguirle el ritmo. Para sintetizar todos los temas que quiere tratar tiene que pasar sobre ellos a paso ligero; de ahí que sea más un «libro para leer» que un «libro para estudiar». Se echan en falta citas que avalen el relato general y llamadas a pie de página que acrediten las citas. Pero es seguro que el autor es consciente de ello y lo ha querido así.

Es buena la estructura en que se presentan los 45 años: un prólogo, seis partes -«La posguerra», «El milagro económico», «La cultura europea», «La consolidación», «El fin de la posguerra: Europa Occidental» y «El fin de la posguerra: la Unión Soviética y Europa Oriental»-, un epílogo, los índices correspondientes y una bibliografía muy completa. Lo más flojo es la aportación de estadísticas, porque las más recientes que ofrece son de 1986 y el libro se terminó en 1991.

En resumen, la lectura de esta obra significa un aprovechamiento del tiempo de ocio. Pero no enriquece demasiado al estudioso.

Pablo J. de Irazazábal

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